{TODO VA A ESTAR BIEN, MIJO



Estos últimos años han sido buenos para nuestra familia, pero difíciles en muchos aspectos también.


Y no nos quejamos (tanto) porque sabemos que nuestra familia está en una etapa de crecimiento importante y las dificultades son parte del recorrido. Septiembre empezó a anunciarse con una ráfaga de cambios, y ha sido cargado a nivel emocional y técnico para nuestra familia.


Pero algo mágico pasó anoche cuando acostaba a mi hijo mayor antes de irse a dormir


Hablábamos de todo esto con mi esposo mientras estábamos en el cuarto de nuestro primogénito. Él cerraba la ventana y cortina, mientras yo arropaba a B. 
Después de darle un beso en la frente le dije:
 

"ya verás que pronto todo estará mejor."
 

A lo que él me contesta rápidamente y con esta cara:


🤨"¿cómo así que mejor, mama?"🧐 


En ese momento, al verle su cara de confusión, me di cuenta de dos cosas importantes:

1) Ese mensaje no se lo dije a él, sino me lo estaba diciendo a mí (y probablemente desde la culpa, porque como padres tendemos a sentir que no estamos haciendo "lo suficiente")
2) Que en realidad, nuestros hijos tienen lo que necesitan. Las palabras de mi hijo (y sobretodo el tono que utilizó) responden a que él está feliz con su vida tal cual es

¿Por qué te cuento esto?
Porque tú también probablemente te estés quebrando la cabeza, pensando que no estás haciendo lo suficiente, cuando en realidad sí. ¡Y mucho más que eso!

Nuestros hijos nos necesitan en el día a día, de la forma más normal posible. Los grandes eventos son maravillosos, pero la cotidianidad siempre es refugio, y el mejor lugar para que un niño, pre-adolescente o adolescente, pueda crecer seguro.
 
Andrea.